El valor compartido es una estrategia en la que las empresas cambian vidas en el mismo contexto donde generan un retorno financiero. A diferencia de la responsabilidad social empresarial (RSE), que muchas veces opera como un área separada dentro de la empresa, el valor compartido integra la generación de impacto social o ambiental en el modelo de negocio.
Esto significa que una empresa no solo busca vender más o maximizar sus ganancias, sino que lo hace de una manera que beneficie a las comunidades y los contextos cotidianos en los que participa. Así, la rentabilidad y el impacto positivo no son fuerzas opuestas, sino dos caras de la misma moneda.
Muchas empresas tienen programas de responsabilidad social (RSE) en los que donan dinero a causas benéficas o realizan actividades filantrópicas. Sin embargo, esto no es valor compartido.
Tipo de inversión | Objetivo | Ejemplo |
Inversión tradicional | Maximizar ganancias al obtener un retorno económico de esa inversión. | Invertir en acciones de una empresa de petróleo sin preocuparse por el daño ecológico. |
Filantropia y donaciones | Aportar a solucionar problemas sociales sin esperar retorno financiero. | Entregar morrales e instrumentos para una escuela en una comunidad vulnerable. |
Inversión de impacto | Generar retorno financiero al mismo tiempo que se solucionan problemas sociales. | Invertir en una empresa que vende energía solar asequible para comunidades sin electricidad. |
Valor compartido | Generar retorno financiero en un contexto y usar parte de ese retorno para mejorar ese mismo contexto. | Una empresa de minería que ofrece programa formativos para comunidades en sus zonas de influencia. |
1. Impulsar el crecimiento sostenible
El valor compartido une el éxito financiero con el bienestar social y ambiental, creando un ciclo en el que la empresa prospera mientras mejora el contexto en el que opera. Es decir, se crean círculos virtuosos entre la comunidad y las empresas que participan en ella.
2. Integrar el impacto en el modelo de negocio
A diferencia de la RSE, que suele funcionar de manera aislada, el valor compartido se incorpora en la estrategia central de la empresa, haciendo que cada acción contribuya a beneficios económicos y sociales al mismo tiempo. El modelo negocio se convierte también en un modelo de negocio comunitario en cierta forma.
3. Crear sinergias entre empresa y comunidad
Al invertir en el desarrollo del entorno, la empresa fortalece la relación con sus comunidades, generando confianza y abriendo oportunidades de mercado que benefician a ambas partes. Una buena sinergia reduce riesgos operativos para la empresa y el riesgo de lidiar con empresas extractivistas o depredadoras para la comunidad.
4. Mejorar la reputación y la legitimidad
Al comprometerse con el desarrollo del contexto en el que opera, la empresa gana reconocimiento y respaldo de clientes, proveedores, inversores y otros grupos de interés, reforzando su imagen y credibilidad general
1. Impulsar el crecimiento sostenible
El valor compartido une el éxito financiero con el bienestar social y ambiental, creando un ciclo en el que la empresa prospera mientras mejora el contexto en el que opera. Es decir, se crean círculos virtuosos entre la comunidad y las empresas que participan en ella.
2. Integrar el impacto en el modelo de negocio
A diferencia de la RSE, que suele funcionar de manera aislada, el valor compartido se incorpora en la estrategia central de la empresa, haciendo que cada acción contribuya a beneficios económicos y sociales al mismo tiempo. El modelo negocio se convierte también en un modelo de negocio comunitario en cierta forma.
3. Crear sinergias entre empresa y comunidad
Al invertir en el desarrollo del entorno, la empresa fortalece la relación con sus comunidades, generando confianza y abriendo oportunidades de mercado que benefician a ambas partes. Una buena sinergia reduce riesgos operativos para la empresa y el riesgo de lidiar con empresas extractivistas o depredadoras para la comunidad.
4. Mejorar la reputación y la legitimidad
Al comprometerse con el desarrollo del contexto en el que opera, la empresa gana reconocimiento y respaldo de clientes, proveedores, inversores y otros grupos de interés, reforzando su imagen y credibilidad general.